Conferencia por el Equilibrio del Mundo: Articular la solidaridad, la lucha y el pensamiento

En su segunda jornada en el Palacio de Convenciones de La Habana, cientos de asistentes a la IV Conferencia Internacional para el Equilibrio del Mundo abordaron el martes en comisiones, paneles y foros temas como la guerra simbólica, los impasses de la izquierda en América Latina, el pensamiento de Martí en el momento actual que vive en el continente, el desarrollo sostenible, el pluralismo cultural y el diálogo entre culturas, la necesidad de la información y la difusión de verdad ante fake news y campañas mediáticas contra gobiernos y líderes de izquierda.

Lula: La solidaridad internacional contra la judicialización y las fake news


Presentada por René González, uno de los cinco cubanos que pasó años en cárceles de Estados Unidos, Mónica Valente, seretaria de Relaciones Internacionales del Partido de los Trabajadores y secretaria ejecutiva del Foro de Sao Paulo, comenzó su intervención afirmando: “Vengo desde Brasil a hablar de otro preso político, Luiz Inacio Lula da Silva”.

Al intervenir en la comision Solidaridad de la IV Conferencia por el Equilibrio del Mundo, Valente afirmó que Estados Unidos y la derecha latinoamericana han usado y están usando distintas herramientas “para detener los procesos revolucionarios que implican alternativas a la hegemonía imperial en el mundo”.

En ese sentido, apuntó que una de esas herramientasusadas contra el pueblo brasileño fue el golpe parlamentario y judicial contra la presidenta Dilma Rousseff en 2016, “cuando lograron su destitución sin comprobar un crimen de responsabilidad y con impulso de una fuerte campaña mediática”.

“A Lula lo han condenado por actos indeterminados de corrupción, algo que no existe en ninguna ley penal del mundo. Una acusación basada en fake news, forjada en los medios de comunicación y llevada por un hombre que hizo el trabajo sucio, el juez Sergio Moro, que hoy es ministro de Justicia de Jair Bolsonaro. 

“Hicieron una auditoría fiscal, bancaria y telefónica de Lula y nunca encontraron irregularidad alguna de Lula o de otro miembro de su familia. Lula y su familia viven hace más de 30 años en el mismo apartamento de San Bernardo do Campo, excepto en el período de su presidencia, que pasaron a Brasilia. Intentan mantenerlo encarcelado para que no pueda hablar con la gente, para que no pueda continuar la lucha que empezamos hace años.

“Muchos juristas han escrito comprobando que Lula es inocente, que es un preso político y que tenemos que liberarlo. Este mismo mes dirigentes de movimientos sociales de 25 países lamaron desde La Habana a reforzar la campaña para liberarlo.

“Tengo la convicción de la inocencia de Lula. Sé que tenemos que hacer como hicimos en la lucha por los cinco héroes cubanos: difundir información, destruir las fake news, y el proceso contra Lula está lleno de mentiras”.

Frei Betto: La izquierda no puede distanciarse de las bases populares

“La ideología del consumo es propia del capitalismo, es egocéntrica, uno no piensa en los demás. Y muchos militantes de base de nuestras organizaciones, en la medida en que llegan al gobierno dicen ‘estar en el gobierno no es lo mismo’. Se distancian de las bases populares”, reflexionó el teólogo brasileño Frei Betto en una de las conferencias magistrales más concurridas durante la segunda jornada de la IV Conferencia Internacional por el Equilibrio del Mundo, en La Habana.

Sobre esta tendencia recordó a “compañeros en Brasil que venían de las favelas y luego, siendo funcionarios federales, les gustaba ser llamados excelencia, doctor, aunque no tenían título universitario”.

Esa pérdida de contacto con las bases, dijo el escritor brasileño, creó un vacío, un nicho que han venido a ocupar fuerzas de derecha populistas.

“Un factor que la izquierda no ha sabido trabajar debidamente en América Latina es la religión, y este es un vacío que han ocupado iglesias evangélicas conservadoras (no progresistas)”, parte de una ofensiva contra la teología de la liberación, como las que han apoyado a Jair Bolsonaro en Brasil.

La política -reconoció-, “exige alianzas, y muchas veces no tenemos cómo escoger a nuestros aliados. Pero no podemos hacerlas en contra de movimientos sindicales, sociales, medioambientales”.

La crisis actual “no excluye a ninguno de los países progresistas. ¿Por qué no logramos evitar fallos que han permitido pasar de un extremo a otro? Un partido de extrema derecha ganó las elecciones en Brasil, elegido por 57 millones de votantes. Logró crear una cultura antipetista, de moral conservadurista. Supieron explotar casos de corrupción en la izquierda”.

En ese sentido, advirtió que “no hemos hecho trabajo de formación política de las bases. ¿Por qué tanta gente va a esas iglesias evangélicas conservadoras? No hay manera de avanzar en el proceso si no tenemos lazos estrechos, afectivos con los pobres, los marginalizados, y recuperamos el sentido de la historia”.

“Si hoy estamos hablando de Martí no es porque tengamos nostalgia de Martí; es que queremos mirar al futuro con los espejuelos de Martí, de Fidel, del Che, de Raúl… Quizá uno de los problemas mayores hoy es la ‘deshistorización del tiempo: hacer creer a las personas que solo queda esto, que no se puede cambiar, que no hay posibilidad de tener un proyecto, de tener sentido.

“Esa frase de que ‘la historia ha terminado’ es peligrosa. Es como que no hay nada que hacer, el capitalismo es eterno.

Dentro del capitalismo la izquierda tiene que apuntar a estrategias de largo plazo y de microestructuras socialistas dentro de esa estructura capitalista como la economía solidaria, el cooperativismo, los movimientos sociales y de minorías, que a veces no son valorados como movimientos de base para crear proyectos políticos de largo plazo”.

 

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